Madurez Organizacional en la Evaluación de Desempeño
Para poder elegir la Modalidad de Evaluación (90º, 180º, 270º o 360°) dentro de un proceso de Evaluación de Desempeño que atienda a nuestras necesidades es muy importante conocer el estado de maduración de la organización respecto a dicha Evaluación.
Pero… ¿qué es la madurez organizacional en la Evaluación de Desempeño?
Es cuando los participantes de la evaluación realizan la evaluación de la manera más objetiva y profesional posible respondiendo con criterios de transparencia y honestidad.
Cuando se evalúa por primera vez, lo que suele suceder es que la evaluación se inclina a ser muy benevolente o muy estricta, dado que no es una práctica que se tiene día a día, generándose curvas y tendencias de benevolencia o severidad en los resultados de la evaluación. Por ello, es importante la etapa de calibración o de graduación, ya que es en esta donde se observa el conjunto de resultados que permiten visibilizar este tipo de tendencias.
Durante este proceso, un factor clave es la aplicación de buenas prácticas en las sesiones de feedback o de retroalimentación, pues dependerá principalmente de ello la transición entre las modalidades de evaluación. Así, por ejemplo, para pasar de la evaluación de 90° a la 180°, es recomendable que el líder haya interiorizado dicha práctica, pues en la evaluación de 180°, a diferencia de la de 90° (donde el colaborador solamente hace una auto-evaluación referencial) se tienen dos miradas: la del líder al colaborador y la del colaborador a su líder.
A lo largo de nuestra experiencia, hemos podido observar que en algunos casos los líderes reciben la mirada de sus colaboradores con resistencia y les cuesta brindar a sus colaboradores un feedback constructivo; incluso, a veces se llegar anular la sesión o sesiones de feedback, de modo que, no se otorga la oportunidad de conversar en relación a los puntajes otorgados y sobretodo conocer el por qué se calificaron de ese modo. Aun cuando parezca que “no necesiten mejorar en algunos aspectos”, siempre existe algo que mejorar.
En el caso del cambio de modalidad de evaluación de 180° a 360°, el proceso es un poco más largo, debido a que esta, además de las miradas anteriores de acuerdo al rol de evaluación, adiciona las miradas de los pares del evaluado, dándose una mirada más completa. En este modalidad, también se puede invitar a participar a proveedores y clientes. Dado que hay más evaluadores involucrados en la modalidad 360°, llevará un poco más tiempo interiorizar y desarrollar las buenas prácticas en feedback o retroalimentación y por ende una evaluación de desempeño exitosa.
Con todo esto, es recomendable que durante este proceso de maduración se otorgue a la evaluación una mirada externa, la cual permita ver con más claridad los avances de la empresa o la institución y a partir de ello, analice la modalidad de evaluación que más se adecue a las necesidades actuales de la misma.
Recuerda, la Evaluación de Desempeño es una herramienta de gestión humana que evoluciona, en la cual es necesario avanzar paso a paso y de la mano con la cultura organizacional.